sábado, 3 de mayo de 2014

Spartacus


El dia del trabajador lo dedico al cine. Las manifestaciones no sirven de nada y los silbatos irritan. Spartacus (1960) hace mucho más por el currante que los propios sindicatos. El esclavo tracio repite que lo quiere aprender todo para conseguir la libertad, ni que sea para las futuras generaciones. No se rinde aunque tenga todas las de perder.

Es una película 10, de arriba abajo, aunque Stanley Kubrick reniegue de ella, por falta de sello personal e imposiciones de Hollywood. A las tres horas de duración no le sobra nada. Una epopeya que deja atrás otros míticos peplums. La mejor sobre gladiadores, esclavos, romanos, guerra, la tiranía, hasta sobre Cristianismo.
La primera que filma a color y la tercera del director (la escena de la  cantera no es suya, sino de A Mann) después de colaborar con Kirk Douglas en Senderos de gloria. El actor, antes de rodar Los Vikingos, propone esta película a las productoras que le dan el visto bueno. Quiere a Kubrick en la dirección aunque acabaran las relaciones con él como rosario de la aurora.

Douglas, productor ejecutivo, busca a los mejores: empecemos con el estimado grafista Saul Bass. Qué cartel y qué portada. No puede empezar mejor la película: detalles escultóricos y lápidas tan bien fotografiados como relacionados con los créditos que presenta, acompañados por la incisiva percusión y fanfarria militar de Alex North:




El minucioso guión de Trumbo (perseguido por McCarthy) que no fue del gusto de Kubrick, incluye de todo: una fuerte implicación política, escenas homo y hetero muy eróticas, impecables luchas entre tribunos, batallas históricas. Un gran trabajo que visual y plásticamente se resuelve a la perfección.

Un ejemplo en este fragmento: entre los ocres y los ritmos de la escuela de gladiadores y la hermosa pintada en primarios del cuerpazo de KD para señalar las heridas fatales, a una se le corta la respiración:




y no hablemos del duelo de gladiadores en un pequeño corral que se hace enorme en la lucha. Cómo se rebela Draba el negro por no matar a su compañero, qué final le asesta Craso.



La batalla campal rodada en España es otra joya y el barrido de los muertos -Kubrick dio a cada extra una postura determinada para aumentar la tragedia- demuestra el control magistral de las masas.
Impesionante toma la del camino marcado por el sacrificio de los esclavos crucificados y el bebé que será libre.
Podríamos poner todas y cada una de las escenas y sacarle el jugo. Con razón llevo unos días con Spartacus fever.

Por último, hacer notar el completísimo cast, empezando con Kirk Douglas guapísimo madurito para el papel, Simmons, ideal Varinia clásica, Ustinov de Óscar, que se lo llevó!, impresionante tirano L Olivier, dulce Curtis, y el que destaco por encima de todos, un Charles Laughton, cuyos diálogos sobre dioses y hombres se lo ponen fácil, está soberbio hasta en el suicidio final.
Y una curiosidad: ¿se dan cuenta uds. que los romanos son interpretados por ingleses y los esclavos por americanos?




Dejo para el final esta erotísima imagen, que no sale en la película (ni en la restaurada), de la pareja apasionada. En cuanto Spartacus saque del agua a Varinia y sepa que va a ser padre, la meterá y protegerá dentro de su propia túnica. ¿Se puede pedir más?

En la peli, todo queda convenientemente tapado por unos extraños palmones.

4 comentarios:

  1. Buena escena esta del Espartaco ¡¡¡

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    1. la de la foto, eh, Miquel? de morirse. Casi me gusta más que la Marilyn en la piscina! ;)

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  2. Completament d'acord. És una extraordinària pel•lícula i mai no he entès perquè Kubrick no estava satisfet del resultat. Per mi és una de les millors pel•lícules que va rodar. Malgrat els problemes que va tenir amb Kirk Douglas el resultat és brillant. Estaria bé que alguns directors actuals aprenguessin que per fer una pel•lícula espectacular no cal sacrificar fidelitat i compromís, perquè Noé o Pompeya, o la mateixa sèrie d’Espartac no hi ha per on agafar-les. Els Víkings de Kirk Douglas i Tony Curtis que rodaran després d’Espartac també és una pel•lícula molt bona, però no té un missatge social tan potent.

    No m’havia fixat en el fet que els romans fossin actors anglesos i els esclaus actors americans. Potser perquè els anglesos eren més elegants i s’identificaven millor amb els patricis?

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  3. o potser per una qüestió de refinament de la llengua anglesa? vés a saber. Les darreres versions no les penso anar a veure. I mira que a Gladiator, Crowe está rebé. Però tant computer-effects..

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