lunes, 13 de abril de 2020

La procesión va por dentro (y 5)


Hace un mes, un viernes 13 de Marzo empezó el confinamiento domiciliario de alumnos y profes. Apenas tuvimos tiempo de llevarnos materiales y el portátil para empezar a trabajar desde casa. Más de uno, por enfermedad o visitas médicas,se quedó sin poder recoger nada ya que avisaron la tarde anterior. El mismo viernes corre a crear materiales y recrear las clases que no vas a poder dar en unas semanas.

Un reto interesante que pone a prueba la imaginación y la búsqueda de recursos, sobretodo para materias de 2º de bachillerato. Gracias a la plataforma escolar de nuestro centro, es fácil llevar el control de contenidos y ejercicios de los chicos.

Y una certeza: nada como las clases magistrales y presenciales, y no porque lo diga yo, con 25 años en la docencia. Para los alumnos la normalidad es el cole, sus horarios, nuestras explicaciones y la atención que les brindamos al segundo. Nos echamos de menos unos a otros. Echamos por tierra, pues, todos los mitos de las flipped class, trabajo corporativo, aprender a aprender, y otros neovocablos pedagógicos que están tan de moda. Qué practico hubiera sido tener libros de texto de toda la vida!

El día a día se ha convertido en construir contenidos, responder miles de mails y dudas y guardar una cascada de imágenes (bendito móvil-cámara) de todos los ejercicios plásticos, en boceto o presentación final. Ordenar, contestar y evaluar. Muchas más horas que en el horario normal, para nosotros y quizás también para la gran mayoría de mis 200 alumnos. Para que luego venga el político de turno y suelte aquello del Aprobado General.




2 comentarios:

  1. Ops! Es que no hay libros de texto? Efectivamente, clases magistrales y presenciales y con libros de texto. Y prácticas de memorización. Y cantar la tabla de multiplicar a los peques! :-)
    Es de aplaudir vuestra plataforma escolar, y más aún es objeto de aplauso tu/vuestra dedicación! Por lo que respecta al aprobado general mucho me temo que así va a ser. Y digo me temo porque me parece injusto y creo que deberían buscarse formas imaginativas para evitarlo. Para esto tenemos una consellería de educación, no? Para que resuelva problemas difíciles y complejos, que para eso les pagamos. Siendo un país en el que el nivel de éxito escolar es el que es me parece una barbaridad un aprobado general. Confio (mucho) en que Castells encuentre una solución para las universidades y también (aunque con ciertas dudas) en Celaá para con la educación y la formación profesional . En Catalunya supongo que la ANC i/o Omnium ya daran instrucciones a Bargalló.

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  2. Pocas materias gozan de servirse de libros de texto, que en su mayoría están estupendamente editados. Las lenguas y para de contar. Hay un esfuerzo ingente de profesorado creando materiales escolares para adaptarlos a cada centro pero no tienen la calidad de lo que ofrecen las editoriales. Es una pérdida de energía que ni aprovechan otros docentes.
    Sobre el aprobado general, ya veremos. Lo que tengo claro es que voy a premiar a los alumnos, muchos, que se molestan en hacer la cosas bien.

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