Holly Lula Mae

Desde la desaparición de Blake Edwards hace un año, hemos oido hablar mucho de una de sus más conocidas películas, gracias también a la pegadiza canción de Mancini, Moon River. La más tierna del mundo según El Pais, que nos ha regalado el DVD del Desayuno con diamantes, a cambio de un esquelético suplemento dominical.
Las revistas de moda nos han recordado últimamente que no hay chica más encantadora y elegante que Holly, vestida de Givenchy y armada con piedras perfectamente cortadas y pulidas. En los supermercados de ropa de Amancio Ortega donde hacemos acopio de prendas la mayoría de nosotras, hay retratos de la sofisticada señora de negro junto a las cajas. Es la modelo a seguir: delgada como un huso, lozana y sonriente, bien vestida y bien tocada.

Aprovechamos el domingo para ver la película mítica plácidamente en casa. Resulta que este dechado de virtudes femeninas no es más que una granjera que renuncia a su precioso nombre de Lula Mae para llamarse Holly, dejando a marido y retoños para convertirse en una phoney y una powder room girl..vamos, una señorita de compañía cuya máxima felicidad consiste en desayunar productos Starbucks delante del escaparate de la tan preciada joyería de NY, después de una noche flamenca.
Alocada y traviesa, se mete en el bolsillo al escritorcillo mantenido del piso de arriba y al fotógrafo japonés del piso superior, el primero, el famoso Peppard, el del puro del Equipo A y el segundo, el pobre Mickey Rooney caracterizado de oriental con una ridícula dentadura de caballo.

He de reconocer que algunas escenas me han parecido muy valientes para ser un film de 1961, como la divertida fiesta en el piso de Holly o el affair del chico con la rica decoradora, pero la verdad, ¿ésta es una gran película? ¿Por qué este personaje es tan celebrado hoy? Me imagino que Truman Capote la describe muy diferente: como una mujer desgraciada, atormentada y compleja. Será cuestión de leer la novela.

posdata.
aunque no viene mucho a cuento con la peli, éste es el happy happy regalito de JL. Merci! el peinado clavadito al de la Hepburn y los ojos, brillantes cual esmeraldas: