Goya. Luces y sombras

Autorretrato 1795

Autorretrato 1815

Con estos autorretratos que abren y cierran la exposición de Goya, el  pintor muestra que sin ser precoz, aprende, evoluciona y revoluciona el mundo estético de principios del XIX.  En la pequeña muestra que tenemos en el Caixafòrum de Bcn hasta el día de San Juan, no tenemos las grandes obras de Goya, como ocurre en la sala vecina con Delacroix, pero sí una oportunidad de verlo otra vez de cerca y redescubrir que  se merece el título del primer moderno.

El pelele. 1792

El primer ámbito se dedica a los cartones de los tapices para la realeza de su primera época, con escenas costumbristas, alegres, coloristas que muestran los rostros característicos del pintor, tan redondos con ojos separados y avellanados, algunos brazos desproporcionados, más de una composición torpe (La cita) hecha con prisa ya que se trata de bocetos para los tejedores. Aún así, Goya se atreve a pintar con una nueva sensibilidad crítica: en El pelele, las majas se ríen del personaje afrancesado que representa al Borbón o en El albañil herido, un cartón más oscuro, como el dolor del pueblo.

Sentar la cabeza 1799

 La duquesa de Alba y la Beata1795

La mujer es la protagonista de la siguiente sala. El tratamiento de las retratadas por encargo nada tiene que ver con las de los grabados. La maja vestida, a pesar de su lozanía y las texturas de las gasas, es una imagen superficial, diría que incluso flota en vez de hundir su carne en las almohadas. Pero si se acerca uno a las prostitutas de los caprichos, las mujeres viven escenas sórdidas y lucen sus cuerpos en unos aguafuertes de composiciones y luces muy originales: Goya es un genio cuando fantasea en sus cuadernos de grabado.

La maja vestida 1802

Del espacio dedicado a los retratos, destacaría estas dos joyas. Carlos IV tiene un rostro dulcificado añadido a un volumen aumentado por el rojo y las texturas decorativas indefinidas. En cambio qué bello es el de su amigo Jovellanos: transmite inteligencia, melancolía, austeridad y las virtudes a través de la estatua de Minerva.

Carlos IV de rojo 1789

Jovellanos 1798

A continuación sigue una gran tira de enorme expresividad, introspección y crítica social: la de caprichos, sueños, caricaturas, brujas, y ejemplos de tauromaquia como esta modernísima composición, donde la silueta rotunda del toro vencedor contrasta con el caos que ha arrastrado y acumulado en la mitad derecha.

Desgracias de la plaza de Madrid y muerte del alcalde 1814

Me entusiasma este Goya trágico, lúcido y personal, no sólo por los temas que extrae de su fantasía, sino porque es mucho mejor dibujante y no digamos compositor.

No podemos dejar pasar esta exposición, hay que ir a las 10.00 en cuanto abren, llevar gafas de cerca y saborear las piezas. Y pensar que con la que está cayendo, me temo que ni la Caixa va a poder ofrecer muestras de mucho nivel. Si ésta es la que conmemora el décimo aniversario del Caixafòrum de Barcelona, que no consigue traer del Prado ni una de las pinturas negras, ni las históricas, ni los mejores retratos de Goya, ¿qué pasará con los recortes de la obra social ?

Con frecuencia se establecen paralelismos entre Goya y Beethoven, no sólo por la sordera, sino porque abrieron caminos a la pintura y la música. Así que vamos a disfrutar de los dos con este video que ya le envié a JL, hace unos días: