Tarta real

Jorge VI, Bertie para los íntimos, es tartaja. Para ser miembro de la realeza británica y declarar la guerra a Alemania necesita con urgencia la ayuda de un logopeda. Ésta es toda la historia. La terapia implica afrontar una relación de igualdad entre Logue, un "fogoso" terapeuta freudiano interpretado por G Rush, y el futuro rey Albert Frederick Arthur George -brillante C Firth-, que no puede ni decir sus 4 nombres con seguridad. La película enfoca este duelo de personajes opuestos con elegancia y toques de humor. A su alrededor la cosa se complica: su padre, su hermano, los nazis aceleran los acontecimientos y George tiene que hablar en público.

Resulta difícil llevar a la vez una trama de ritmo rápido con unas sesiones para tartamudos que requieren su tiempo. Un guión que lo consigue gracias también a una magnífica ambientación. El buen trabajo interpretativo no sólo es de la pareja principal, sino que se nutre de espléndidos M Gambon como rey padre, Guy Pierce como el popular hermano, enamorado de Wallis Simpson, D Jacoby de implacable arzobispo. Falla un poco la BonhamCarter y un mucho T Spall, con su Churchill de caricatura.
También podríamos hablar del discutible final, pero para no dar pistas, lo dejamos para los comentarios posteriores. Como dice Allau, es una buena película, pero quizá nos olvidemos de ella pronto. Ideal para estas Navidades.

Obligatorio verla en inglés. No se pueden doblar los problemas de dicción del rey, ni el inglés de la upperclass, ni la solemnidad de los discursos.



PS una chipironada: Fan como soy de los libros y films de Harry Potter, no he podido evitar ver los personajes de Bellatrix y Colagusano en esta película. Dumbledore queda bien escondido, pero los anteriores...