prima mama

Tiene gracia que este primero de mayo sea el dia de la madre. Aunque ambas fiestas no tengan mucho sentido ya que se han vuelto en días de descanso, no está de más recordar que hubo una lucha por la justicia social y que Eva, en vez de un honorable título de primera madre, se convierte en la primera ingenua, engañada por la serpiente, para encima sufrir el castigo divino de ser expulsada del paraiso, de sangrar cada mes y parir con dolor. Y todo por querer comer del árbol de la sabiduría.

Desde entonces nos toca ganarnos el pan con el sudor de nuestras frentes, y las mujeres, queriendo gobernar nuestra vida, salir de las claustrofóbicas casas y tener independencia económica, hemos hecho muy mal negocio. Ahora doble trabajo, con elevado grado de compromiso acompañado del inevitable aumento de brotes de histeria. Ya lo dice mi amiga Aurora: cómo envidio a la señora de su casa que puede hacer el cortadito en el bar después de dejar a los niños en el cole.
Le respondo, no muy convencida, que las tareas familiares en exclusiva no enriquecen mucho y que hay que ver mundo..Sólo queda el reparto del tiempo doméstico con los señores en un auténtico 50% y quizás la cosa pintaría mejor.

Pero no. Además, tal cómo está el patio, vemos impasibles la marcha atrás en los logros de los trabajadores mientras unos pocos siguen siendo los que se comen la tarta y otros muchos matarían para ser como ellos.
Aunque seamos más pobres y estemos más cansados todavía hay quien cree en un futuro mejor porque vive con ilusión los fenómenos revolucionarios de hoy. Que me contagien, que yo sigo en la nostalgia, recordando a nuestra primera madre revolucionaria, Rosa Luxemburgo y su monumento destruido por los nazis:



1926. Monumento de Mies van der Rohe a R Luxemburgo


Dos piezas reinvindicativas del grupo Queen, que hablan de mamas entre rimas cofusas y gentes bajo la presión del horror. La primera, una miniópera extraordinaria y la segunda, otra maravilla con Bowie y final agridulce.
Que tengáis un bonito mes de Mayo.





PS
Es bien curioso que por mi calle, en estos momentos, unos jóvenes hayan montado una mani en defensa de los animales de laboratorio y en contra de las vivisecciones.