sábado, 2 de abril de 2011

Coulrofobia

Payaso Rojo de F Kline

Miedo a los payasos, maniquíes, cabezudos y arlequines. Nunca me hacían reir. No me gustaban las máscaras que ocultan la cara y las expresiones de la persona, a lo sumo, soportaba un antifaz.
Muchos payasos del arte, el cine y el cómic han contribuido a crear una imagen terrorífica de él. Como el Joker de las cartas, los Pulcinella de Tiépolo, los cuadros de circo de Ensor y Roualt, el payaso Krusty de los Simpson hasta el comercial Ronald McDonald, de auténtica pesadilla.



Un caso de coulrofilia: uno de los más aterradores es el último Joker de Batman, interpretado por el desaparecido H Ledger, que supera la actuación de J Nicholson, y se convierte en el gran protagonista del Caballero Oscuro. Un tributo al gran actor que se fue muy pronto después de convencerme del todo aquí y en la espléndida película Brokeback Mountain.



Para afrontar de cara esta manía, por lo visto muy común, qué mejor que buscar en los optimistas cuadros de Picasso, Chagall y Klee. Está claro que la aversión viene en cómo nos los presentan. Aquí la imagen del clown es poco maquillada, sonríe sin mueca y no está solo.



Y me dejaba los Payasos en blanco y negro de la tele, que siempre parecían simpáticos, sus bromas eran de lo más hispánicas, y las canciones todas inolvidables. Pocos recursos para un programa entrañable. E inventaron la alternativa al cumpleaños feliz extranjero con un corto feliz en tu día que se convirtió en un hit parade. Creo que ya no se canta.


Aunque mi relación con el circo nunca ha sido buena, sobretodo por los odiosos números de los payasos y los tristes animales obedientes, hay que reconocer que el tema da mucho de sí: ese punto onírico, colorista, acrobático y loco permite pasar del asco más profundo a la fascinación.



Nos podemos ayudar escuchando la maravillosa Pagliacci, ya en el Liceu, o la preciosa Pulcinella de Stravinsky-Pergolesi (abajo), un ballet que acaba bien y que incluye unos solos de contrabajo, tan escasos en la música clásica. (ver 3r video, min5).







Y como los colegas echan de menos las actuaciones de algun payasete, empiezo una lista de graciosos encadenados:
JL nos recuerda al catalán Charlie River, a mi me da tanta penita su cojera:



O Titus, que nos presenta al payaso también de peluca roja y muy descarao:



A mi me agrada la fisionomía de Oleg Popov:

7 comentarios:

  1. Miedo no, pero una cierta aversión, por los maquillajes (el blanco del Augusto lo peor) y por la ñoñez de la mayoria. Sin embargo, recuerdo algun numero de Charlie Rivel y de otros mudos sensacional.

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  2. A mí el payaso que más me gusta es este:

    http://www.youtube.com/watch?v=g73bLTttir8&feature=related

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  3. Comparteixo aquesta aversió pels pallassos i pel circ en general, i pels mims (ja posats). Ja no intento superar-la.

    Tanmateix, anit vaig veure "Pagliacci" i trobo que funciona de forma infalible.

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  4. Compartim fòbia.
    El circ em produeix una depressió profunda ja sigui el sofisticat Circ du Soleil o el paupèrrim circ de gira per pobles i poblets.
    Per suposat que els pallassos i els mims són motiu de ansiolítics i els domadors i trapezistes jo crec que em porten directament a urgències.
    Jockers i altres variants perverses també em produeixen al·lèrgies vàries i tan sols se salva de tot això, Pagliacci de Leoncavallo, ja que ho va vestir amb una música i un història, tocat per la divinitat-

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  5. JL,
    me cuesta reirme hasta con Charlie River, aunque con Chaplin y otros slapsticks me troncho.
    Titus,
    gracias, apuntado, jamás había visto semejante payaso, y lo mejor, la cabecera.
    Allau,
    encetarem la llista de fòbies! la dels mims (i els tunos) és també molt comuna. A mi em toca Pagliacci en 2 setmanes, potser m'agradarà més pq no es maquillen oi?
    Joaquim,
    també m'agrada molt Pagliacci, bastant més que l'altra, però no volia dir-t'ho a casa teva, el teu post perillava en convertir-se en un duel inútil. Ah! no soporto tampoc el circ de Soleil, tan manierista i pretenciós!

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  6. Penso com tu. Sempre m'han semblat tristos, inquietants... Però en canvi sento una fascinació molt potents pel món del circ com a món endogàmic, tancat, itinerant. Aquesta alteritat permanent en què viuen.

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    Respuestas
    1. Ja no és el que era. El circ itinerant forma part del passat més romàntic. Ara són empreses que van de gira o es queden fixes a un emplaçament. Però els pallassos em fan la mateixa por i pena que els bufons de la cort.

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