miércoles, 21 de julio de 2010

4 expos en Bilbao

Bilbao y Madrid suelen ofrecer las mejores exposiciones de arte estos últimos años, ya que Barcelona se está quedando fuera del circuito a pesar de tener muchos y buenos espacios de exhibición. Este verano sólo destacar la de los 25 años de pintura de Barceló, que no ha traido lo mejor del pintor mallorquín y sobre el que hablaré en otro post.
Bilbao es una ciudad de visita obligatoria, no sólo por la gran reforma urbanística que realiza poco a poco y con gusto, sino también porque sus dos grandes museos siempre muestran exposiciones muy interesantes para todo tipo de público.
















El Guggenheim (gran edificio que se mantiene como el primer día y el mejor trabajo arquitectónico de Gehry) invita a dos exposiciones de carácteres divergentes: Una muestra discreta y representativa del aduanero Rousseau, el pintor-ilustrador de óleos naïf e intimistas del que destacaría el grupo de soldados o la caza de presas por leones en la selva espesa; la segunda, del indio Anish Kapoor, escultor impactante, que ha instalado un impresionante vacio solar, un cañón que dispara balas de cera sangre sobre una esquina, una noria modeladora ( que se estropeó y cerraron la sala) de pasta roja.


Junto a la ría, se erige la deslumbrante obra El gran árbol y el ojo (2009) consistente en casi ochenta esferas de acero inoxidable, refleja y multiplica su entorno produciendo reflejos fractales. Cada esfera no sólo se refleja en las contiguas, sino que también se funde con el paisaje, reflejando la silueta del Museo y la arquitectura circundante en un proceso sin fin.

Muy cerca del Guggenheim se sitúa el Museo de Bellas Artes, ampliado y rodeado por los preciosos jardines de Doña Casilda, con una colección permanente que reúne piezas importantes de todos los períodos y relevantes pinturas y esculturas del XX. En la sala BBk podemos disfrutar de una completísima muestra de pintura de tauromaquia, llamada Taurus. Desde minotauros en vasijas griegas, grabados de Goya, los célebres toreros de Zuloaga, Vazquez Díaz, Romero de Torres o Botero, un Ramón Casas (en la imagen) o varios Fortunys originalísimos, toros míticos de Picasso hasta una arena de Barceló, todas las obras nos conducen al mito y al ritual, con toda su crueldad y belleza.




En el mismo museo, aprovechando las zonas de paso y vestíbulos, se encuentran 35 piezas de vestir de Balenciaga, el gran creador vasco de la alta costura que cambió el concepto del corte en sus vestidos minimalistas, sin sisas, con lineas diagonales, botones esféricos, espaldas estudiadísimas,  tejidos simples de gran calidad y colorido...el resultado de tres décadas de investigación que sigue marcando tendencia.


Es un buen momento para ir a Bilbao: la temperatura suave en verano, pocos turistas y educados, la buena gastronomía, una ciudad que no ha perdido identidad, que conserva sus viejos comercios, y me dejaba hablar de otra Calatravada: el antifuncional, pretencioso-hightechno pero pequeño aeropuerto de Sondika.

1 comentario:

  1. Amb una mica de sort me'n vaig a veure'l a l'Agost. No se si serà tan bona epoca..... :-)

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