domingo, 21 de agosto de 2011

piedra papel tijera


Cuentan que las gemelas de 11 años, Florence y Alice Mc Lean, hijas del director de arte Impresionista de la casa Christie's ganaron la partida a la Sotheby's en un combate para quedarse con la colección de pinturas del magnate T Hashiyama. Tenian estrategia: todo el mundo sabe que hay que empezar con tijeras porque todos los demás escogen papel. Ganaron por predecir el movimiento del oponente y la Christie's subastó la colección del japonés valorada en 20 millones de dólares.


D Hirst. La imposibilidad física de la muerte de alguien vivo (1991).
Cristal, acero, silicona, tiburón y formaldehido.

Una de las anécdotas del libro de Don Thompson, El tiburón de 12 mill. $, mi primera lectura de ensayo de economía.  Intereses, subastas, garantías, comisiones, secretos y precios de locura se mueven en el mercado del arte moderno, donde unos cuantos artistas como Jeff Koons y Damien Hirst reconocen que sus nombres son marca, y sus obras provocan deseo e irracionalidad. Aunque sus esculturas y pinturas tienen su interés y están acabadas con perfecta calidad, me cuesta admitir que el artista estrella se haya metido de lleno en el negocio y el marqueting. ¿habrá que aceptar de una vez que el arte no es ajeno al mundo capitalista y es otro valor más de cotización?

J Koons. Balloon dog (1997)
 Hemos llegado a un punto en que los artistas se miden en rankings en función de dónde han expuesto y desgraciadamente los museos han entrado en el juego. Los coleccionistas y las salas de exposición públicas se necesitan mútuamente. Nos venden que el arte nunca está sobrevalorado y que no existe burbuja. E incluso me temo que la Historia del Arte se va a escribir en función de las pujas de subastas. ¿No peligran las obras de arte en manos de inversores? ¿pueden los museos hacer compras frente a los archimillonarios americanos, rusos , árabes y ahora chinos? Los fuertes se quedan con nuestra cultura y siempre ganan. Puño, palma, victoria.

Como bien dice el historiador: esto es branding, no arte,


4 comentarios:

  1. Tot plegat es una barreja de economia i telecomunicacions. Un desequilibri entre oferta i demanda creat per uns canals de comunicacio distorsionaten benefici dels que tenen la visio de la jugada mes clara i mes pragmatica. La historia ho posara tot al seu lloc, pero massa tard.... :-)

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  2. hola, Ricard! què bé que tornis. Jo no sé si és molt pragmàtic gastar-se 12.000.000 $ per un tauró que es veu que es descomposa amb el temps. Tambe diuen que el col.leccionista n'ha comprat la idea. Però si Hirst ha fet altres taurons! Hirst i el seu marxant, unos linces.

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  3. Estupendo apunte, tu también vendes bien tus ideas... :-)

    Todo esto me preocuparía si fuera un artista, pero como espectador, poco me importa que se pague por marca; allá ellos y sus negocios. Supongo que más o menos, siempre ha pasado lo mismo. A Bach tampoco le hacían demasiado caso en vida.

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  4. JL, seguramente los artistas se han de autopromocionar un poco. Por lo visto, Picasso, retrataba a sus patrocinadores y regalaba cuadros a los críticos que le elogiaban. Otros, en cambio, como Bacon tenían tendencia a destruir mucha obra propia. Cuestión de autoestima?

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