martes, 2 de agosto de 2011

música oscura


© kalamardo

¿Quién iba a decirnos que la preciosa fachada principal del Auditorio de León, llena de ojos que miran hacia el Hostal de San Marcos, corresponde a un estrecho bloque exento que contiene cafetería y sala de exposiciones y no ilumina ni siquiera los accesos a la sala de música?

©kalamardo

Aquí tenemos la gran caja que encierra el verdadero auditorio por su parte posterior que da a un parque cuidado y rodeado de viviendas plurifamiliares. Los premiados Mansilla y Tuñón, que se llevan los mejores proyectos de la ciudad, auditorio y MUSAC, afirmaron que la fachada surgió de aprovechar un gráfico de su biblioteca de ideas, aunque yo no veo más que una reversión de los famosos huecos de la capilla de Ronchamp, de nuestro querido Le Corbusier:


Así pues volvemos a hablar de los mismos arquitectos y de vidrieras de iglesias en este segundo apunte de León. De nuevo tenemos efectos contrarios: huecos piramidales que amplian la luz en el interior de Ronchamp versus los ojos que se abren a la gran plaza de San Marcos.  

A las 20.30 del 28 de julio, el sol nos deslumbra en la puerta y luego entrábamos a escuchar el concierto de la JONDE, en una magnífica sala oscura con el escenario lleno de jóvenes músicos vestidos de negro. La retina se fue adaptando poco a poco al contraste y se alegró de ver los brillos de los metales.


foto de E. González Puras

Seguramente por su tamaño intermedio, la platea posterior, la madera de wengué, y muchos cantos redondeados hacen de este espacio una sala de acústica impecable: se oían muy bien todos los matices y timbres de un programa musical variado y valiente:

Director invitado: Patrick Davin
Solistas Instrumentales : José Luis Estellés, clarinete
Parte 1
Edouard Lalo (1823-1892): Obertura “Le roi d’Ys”, claramente influenciada por Wagner, la tocaron con gusto y delicadeza.
Eduardo Soutullo (1968): estreno absoluto "The other face of the wind". Concierto para clarinete y orquesta. A momentos me pareció brillante y a otros demasiado agresiva.

Parte 2
Hector Berlioz (1803-1869): Sinfonía Fantástica, Op.14 que cuenta la historia de un artista enamorado llena de pesadillas, bailes, demonios y muerte. Un ejemplo muy claro de música programática que no se explica en ninguna de las 12 páginas del programa de mano. Consta de cinco espléndidos y difíciles movimientos donde se alterna la alegría con el desasosiego más oscuro. La entrega de los músicos fue absoluta aunque se apreciaron algunos desajustes en violines y metales. Aquí el conocido quinto movimiento, gracias a Kubrick y Wendy Carlos, con la NHK Symphony Orchestra de Tokyo, dirige Pinchas Steinberg:




La dinámica propina de Bernstein, con la obertura de Candide, fue el colofón alegre a una noche de mucha energía en el entorno acogedor de la barriga sombría de un barco nocturno.





8 comentarios:

  1. Bravo Kalamar! Uns comentaris excel·lents d'arquitectura i música. Un 2x1, vaja.
    Salutacions!

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  2. estimada Glòria, 2 x un milió de gràcies, però aquest equip d'arquitectes m'ho van posar en safata! (es pot dir això, en català?)

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Me sumo al doble bravo. El auditorio, sólo por el aspecto ya parece que ha de ser acústicamente estupendo. ¿Y el público? ¿Estaba lleno?

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  5. JL, por dentro era una cáscara preciosa y se llenó casi del todo, fácil si la entrada valía unos simbólicos 5 €, con un público que también aplaudía demasiado, incluso entre movimientos. Estoy segura que os hubiera gustado la sala y el concierto.

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  6. Trobo que a l'Auditori hi ha un contrast inexplicable (al menys per a mi)entre aquest exterior, quasi eivissenc i l'interior tan càlid, fosc, de fustes nobles i "rancio abolengo".

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  7. En català és pot dir tot, Kalamar. L'expressió que fas servir és correctíssima.

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  8. La pedra calcària d'allà és tan blanca i pura que sembla meditarrània, és cert. Però Joaquim, el abolengo rancio el vaig olorar en altres indrets de la ciutat. L'auditori és 100% modern i l'interior encara més.

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